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martes, 18 de noviembre de 2014

MONO LAKE; CALIFORNIA


  En Roughing It (relato traducido como Una vida dura, o también Pasando fatigas), Mark Twain describe con cierto humor el aspecto del lago en la década de 1860: "un horrible desierto sin vida ni árboles... el lugar más solitario en el mundo". Por por aqui pasaron Mark Twain, Clint Eatswood con su pelicula Infierno de Cobardes y Pink Floyd en sus fotos promocionales (Wish you where here, foto del nadador que se tira al agua de cabeza). En medio de la aridez, este lago reduce su tamaño: conforme te acercas, los carteles te indican donde estaba la orilla del agua, en continua regresión con los años. Y al fin llegas al agua, y contemplas esas torres naturales de toba que adornaban el fondo lacustre de lo que ahora es desierto: vistas en la distancia, parecían ciudades abandonadas. También asombra contemplar la magnitud de la Sierra Nevada como un murallón de uno al otro lado del horizonte, como los conos de algunos volcanes apagados que quedan en las inmediaciones.
    
    En el sureste del Estado de California, este lago es lo que queda de otro mayor formado hace 760.000 años.El lago se encuentra al norte de los cráteres de Mono-Inyo, una serie de pequeños volcanes, curiosamente situados en línea recta.  Tiene altas concentraciones de sal y arsenico. La NASA identificó en el lago una bacteria (GFAJ-1) de la clase Gammaproteobacteria cuya dieta, se publico en 2010, es pobre en fósforo y rica en arsénico. Pero parece ser que es una bacteria de las de toda la via: sigue viviendo del fosforo tras estudios del 2012 (articulo El Pais)   . Es un descubrimiento de gran interés científico, ya que es el primer organismo conocido que puede construir sus componentes celulares utilizando un químico venenoso para cualquier otro. El lago, de 22 kilómetros de diámetro, alimentado por el río Owens, comenzo a alcanzar altos niveles salinos a partir de 1941. Se efectuo un desvio de agua hacia el area metropolitana de Los Angeles, y el agua del lago no tiene salidas naturales. Las concentraciones de sal crecio, toda la vida del lago murió, los peces, las ranas, los renacuajos; todos excepto una especie de mosca buceadora que navega a bordo de diminutas burbujas de aire submarino. Y también un plancton de alga microscópica que le sirve de comida a otra criaturita, la protagonista absoluta del lago, el llamado Camarón de Salmuera.

  
Los indios mono tenian aqui una de sus fuentes de alimentacion, la larva de mosca. Sus vecinos, los Yokuts los llamaban por su aficion a las moscas "la gente que vuela". Un indio mono se refiría a sí mismos como Nyyhmy en el idioma Mono ; una persona pura sangre Mono se llamaba cawu h nyyhmy . Por eso también el lago se llama así.


    En 1995 el lago habia descendido 12.20 metros con respecto al nivel de 1941 Las islas donde anidaban las aves estaban accesibles a más depredadores, se acumulaban más restos organicos en menos volumen de agua, la calidad del aire disminuyó, etc. Los cientificos avisaban de que aquello era el desastre


    Cuenta con algunas islas, las de mayor tamaño son Negit Island y Paoha Island (ambas de origen volcánico, la última surgida en la última erupción que tuvo lugar hace 350 años) y con varias formaciones alcalinas denominadas tufas (rocas sedimentarias compuestas mayoritariamente por calcita y aragonita) que emergen de sus aguas.


Existe una sociedad para apoyar la regeneracion del lago: Mono Lake Committee




El lago Mono desde la cima del Monte Dana, en el Parque Nacional de Yosemite, a 3981 m.


    La toba calcárea es una roca caliza muy porosa, una variedad de limo, formada por la precipitación de carbonatos a partir de cuerpos de agua dulce a temperatura ambiente.



domingo, 16 de noviembre de 2014

EL TURISMO

    ¿Como conseguir la foto de abajo sin que te pase lo de la foto de arriba?
    Subes a una montaña como Larrun, al lado de Donosti, porque te parece que las vistas serán estupendas y al llegar arriba encuentras que no solo eres poco original, sino que aquello es un lio de cable y antenas. ¿Donde esta toda la mitología del lugar? La hubo, y se perdió. El magnifico arbolado que rodea la iglesia de San Clemente en Boi, al norte de Lleida, se lo ha comido un conjunto de edificaciones en torno a la bella iglesia, para menosprecio del otoño que se posa en sus ramas. Hubo un lugar bello, que perdió su esencia. 
    Si vas a Antelope Canyon, en el estado de Utah, va a ser dificil que disfrutes de la belleza del cañón sin tropezar con más de cuatro turistas. Los navajos lo administran y la producción de riqueza que ahí tienen es como el de una veta del preciado metal de los tiempos de la Fiebre del Oro. Sin darle al pico ni a la pala, sin mancharse demasiado. El boca a boca lo hace todo, es maravilloso. Las fotos de internet son un gancho. Es cierto que, además, el lugar lo merece. Sin embargo es más que discutible el trato que recibe el visitante: cuando has pasado por taquilla y te asignan el 4x4 desciendes a turista. Cuando has atravesado las arenas del lecho del río y el vehículo se detiene frente a la hendidura en la roca, ya te puedes considerar un mero consumidor de espectáculos naturales. La cuestión es satisfacer la demanda: si todos quieren entrar, hay que meterlos; la gente lo pide. Sin embargo la gante también pide que les des una experiencia satisfactoria: sin estrés, sin dar y recibir empujones, con tiempo para asimilar,... La mayoría de las veces la queja esta en la boca pero, qué diablos: ¡ya podemos decir que hemos estado! Incluso tal vez hicimos una foto decente.

    Con el tiempo y el dinero que empleamos en nuestras vacaciones, incluso con la ilusión con que algunos las vivimos, no deberíamos ser menos exigentes que en otras facetas de la vida y exigir de ellas una compensación real y duradera a largo plazo. Es una buena estrategia madurar como personas completas, y saber que es lo que realmente nos satisface en nuestro tiempo libre es un buen criterio a la hora de relativizar todo lo que se nos vende como "lo que no puedes dejar de ver de un lugar", o "el top 10 de tal sitio". 

   Es frecuente que lugares muy conocidos tengan un punto especial, pero si te meten a toda prisa en una cueva, si te sacan de la cumbre muy pronto, si te recomiendan que no hagas esto o lo otro por el tema del seguro de accidentes... estas perdiendo ese punto: a veces se pasa sin darte cuenta. Lugares tan especiales quedan arrasados por "la dicha" de haber estado, convertirnos en un numero más en la estadística. Cuántas veces no nos hemos sentido así en un buen numero de lugares. Lo que se convierte en habito, no debería ser lo deseable: por encima de los ingresos, debería primar la experiencia de quien acude a un lugar de estos. Recuerdo demasiadas veces sentirme traído y llevado como ganado en lugares como la cueva de El Soplao.
    Es la paradoja del sistema: todo lo que triunfa en este aspecto, es signo de que se hecha a perder.

    El ejemplo contrario seria la gestión que el gobierno norteamericano hace de Coyote Buttes, en concreto para ver La Ola (The Wave): cada día solo entran 20 personas, 10 por sorteo el día anterior y otros 10 por sorteo unos meses antes por internet. La idea es limitar el aforo por la conservación del lugar y por la calidad de la experiencia dentro del lugar.

    Sea cual sea el número, debería ser ese el criterio: dar cabida a un numero menor de personas a aquellos lugares tan masificados y dar la oportunidad de planificarlo por internet. Esto ultimo podría parecer algo establecido, pero no es cierto en ocasiones: otro lugar masificado como el Gouffre de Padirac (Francia) este verano, no permitía planificar el viaje y reservar con antelación por Internet. Yo no fui elegido por la fortuna del sorteo de The Wave: prefiero no verlo a que aquello se convierta en una calle tipica de los Sanfermines... Así no. La otra opción es descongestionar tantos lugares señalados con el dedo de la publicidad, y trabajarnos un poco más anivel personal los lugares a los que queremos ir, hacernos nuestras propias rutas, saber qué nos interesa de verdad, qué buscamos, y no comprar todo aquello que nos vende a nivel turistico. De esa manera, relativizaremos el hecho de ir o no a Antelope Canyon o subir a la Torre Eiffel (¡Como si Paris solo fuese la Torre Eiffel!). En definitiva, que hay experiencias en otros lugares poco frecuentados capaces de competir con muchos de los lugares mas visitados de un país.

    Lo que cuenta no es el hecho de haber estado o no, lo que cuenta es como fuimos, la experiencia que nos hemos llevado. Relativizar todo lo que nos venden en viajes y ocio es como saber que quiero realmente: ir porque van todos, o ir porque busco algo concreto.

    Por cierto, la diferencia entre la foto de abajo y la de arriba es que los que estabamos en el grupo de abajo pagamos 80 dolares y los que van en masa pagan menos

viernes, 7 de noviembre de 2014

NORTE GRANDE, Eduardo Jordá




    Para Lonely Planet, el desierto de Atacama es uno de los espectáculos mas singulares del mundo. Norte Grande es, según el autor mallorquín sobre el que recae la autoria de este libro, como llaman los chilenos a esta árida región. El libro, escrito en el 2001, relata las semanas pasadas en este su segundo viaje, por lo que ya sabe moverse un poco por las calles de Antofagasta o de San Pedro de Atacama. En realidad, como viajero no se deja llevar por el asombro que le producen los paisajes sino que, como un cazador de pequeñas historias, aprovecha los encuentros espontáneos con la gente para saber que hacen allí donde los encuentra, de que viven, cual es su historia personal... ya sea como antiguo minero, camionero, cuidador de un museo al aire libre, mesero de una cantina, etc. El autor quiere saber cómo siente la vida una persona bajo uno de los soles más ardientes del planeta.

    "Una vez colocada la cruz junto al lugar del accidente, la habían protegido con un bidón metálico que fue llenándose de polvo y arena. El viento, al chocar con las placas, las hacía vibrar de un modo inquietante, como si el camionero que murió allí estuviera tocando una armónica desafinada a unos cuantos kilómetros del lugar del accidente"

    El relato es sencillo y diáfano: las sensaciones continuas son las de soledad, el vacío del paisaje que se llena de intuiciones, el mutismo de la gente, el ensimismamiento del autor. La soledad de los objetos sin sentido que encuentra en las orillas de la carretera.

    "Todo evocaba devastación, ruina, sufrimiento. Más que en un paisaje nevado, el desierto me hizo pensar en un hombre que lo había perdido todo y que ni siquiera sabía cómo ni por qué se había arruinado"




    Visita algunas localidades. En Calama repasa la Guerra del Pacifico. En Baquedano (un nombre de origen navarro), nos cuenta la apertura de una mina de plata en 1870, la de Caracoles, y la explotación de las minas de salitre (yo también recuerdo el famoso nitrato de Chile anunciado en España con azulejos para abonar el campo). Se pasea por la Oficina de Chacabuco ("... paredes desconchadas que a duras penas se tenían en pie, aplastadas por el sol, por la soledad, por el olvido"), poblado que con el golpe de estado de Pinochet se reutiliza como campo de concentración. También se pasea por Toconao.
    "Supe que sabía oír, a muchos metros de distancia, las pezuñas de un burro que ascendía por la montaña. Supe que adivinaba si un hombre traía buenas o malas intenciones sólo por su forma de caminar. Supe que sabia diferenciar el salto de un pájaro desdichado del salto de un pájaro feliz. Con estas cosas había aprendido a vivir y para él eran suficientes. No pedía nada más"

    Uno de los buenos detalles del libro es la inclusión de expresiones del lugar, que le da un sabor inigualable al relato y nos acerca un poco más a esa tierra. Un  trío de ellos serian "Se le pelaron los alambres" (: se volvió loco), "La harina de la luna llena" (:el salitre), "Camanchaca" (:neblina nocturna del océano). 

    Sin duda, entre las pequeñas historias humanas que recopila, como la del fantasma de Estela, la pulpería de la gasolinera, la casa del excéntrico alemán, el guía del yacimiento arqueológico de Tulor, está el encuentro con Vicky Saavedra y la búsqueda por todo el desierto de desaparecidos de la época de Pinochet (las victimas de La Caravana de la Muerte). Empezando por el hermano de Vicky, el libro desgrana la arbitrariedad del régimen y su brutalidad en aspectos que no han saltado a los periódicos del mundo (el ejemplo de José Saavedra es significativo). Un relato sin sentimentalismos ni ideológicas para relatar la actitud psicópata de aquellos oficiales en el centro de torturas en que se convirtió la fabrica de explosivos DuPont

    Siempre con la imagen de los volcanes lejanos en el horizonte, especialmente el icónico Licancabur, conduciendo hasta el lago Chaxa, o por el Valle de la Muerte, pasan por las paginas del libro también desde los conquistadores españoles al mando de Valdivia hasta los modernos turistas. Todos con una huella más o menos precisa.

San Pedro de Atacama
    "Somos injustos con esos lugares: queremos que permanezcan fieles a nuestra memoria, y por tanto les prohibimos que cambien de aspecto, para que continúen siendo los mismos que eran cuando nosotros los conocimos. Con algunas personas nos pasa lo mismo: les exigimos que sean fieles al recuerdo que guardamos de ellas, cuando sabemos muy bien que eso es imposible"

    En conjunto, es un libro de impresiones sencillas, a veces amargas; sin demasiadas pretensiones, que se lee fácil y entretenidamente en cuanto salta de un personaje a otro. Trata de saber, con nosotros, que tipo de gente pulula por Atacama. Tal vez podría haber profundizado en algunas de las historias y olvidar otras. 


    "Vicky se agachó y rozó el vestido de raso con los dedos. La tela se deshizo en sus manos. La niña, momificada por la extrema sequedad, la miraba con una extraña expresión de placidez y parecía sonreir."

    Para saber más, pincha aquí:

GRAN NORTE, de Eduardo Jordá. Ediciones Peninsula, año 2002. Altair Viajes, 250 páginas.