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viernes, 25 de noviembre de 2016

OTRA VEZ EN LA CARRETERA, de Cesare Fiumi

OTRA VEZ EN LA CARRETERA, de Cesare Fiumi


    El libro se subtitula "De costa a costa. tras los pasos de Kerouac". Y de eso se trata, para lo cual viene bien saber antes de abriri el libro quien era Jack Kerouac. Algo que un vistazo a Wikipedia te soluciona. O este enlace a La Mula.
    
    Un italiano de Asis a la conquista de las ultimas mitologías con las que hemos vivido los nacidos en el siglo XX. Esta mitología nace en EEUU y recorre las carreteras de un clásico beat, EN LA CARRETERA. El de Fiumi es un libro que homenajea a este otro, sin que sea solo eso: el homenaje incluye las cosas del país que mas atraen a un extranjero montado en un Thunderbird de costa este (Newark) a la oeste (Los Angeles) y media vuelta. Fiumi atraviesa estados, estaciones climatológicas, ciudades como San Francisco o los famosos ghost town, el Poney express o la ruta 66. Se tropieza con los personajes de la novela de Kerouac, Cassady, Ginsberg, etc a cada rato en que algo del viaje le hace recordarlos.. En realidad, es también un mitómano de todo lo USA, y pocas cosas hay mas norteamericanas que los western y John Wayne... Un tipo de turista bastante común por alli.



Kerouac y Cassady
     Su viaje es solitario, pero es de esos en los que no esta nunca solo, y el muy locuaz Fiumi disfruta mucho de un viaje extrovertido, curioso con el entorno y muy entusiasta. Un relato periodístico entretenido, con pocas criticas al pais. Un relato muy turístico, hecho para ir y volver satisfecho de poner rostro y paisajes a las lecturas de Kerouac, a las películas de la infancia, a las canciones de los 70. A otros libros y autores (casi se convierte este libro en un homenaje a Cormac McCarthy también)

    Dos son las aventuras de verdad que pasa Fiumi: meterse con su vehiculo turismo por un terreno desértico mas apto para 4x4. Y no es broma, allí el calor te puede dejar KO como surja un leve problema. Es la ruta del Pony Expres. La otra aventura es cuando decide bajar un larguísimo puerto del este de California con la gasolina del Thunderbird agotada en el deposito y de noche... Fueron un total de 15000 km tras el uno de los últimos suspiros del espíritu pionero americano, el de En el camino. Nostalgia.

    "Porque en la carretera era una novela, no un diario, y dentro de ella habia realidad y sueño. Porque, como decía Jack, debes 'amar la vida y debes amar la historia de tu vida, amar los sueños que tienes'. Sin renunciar a seguir su sendero. A llevartelos por la carretera, que todavía era un lugar honrado. Y bastante democrático."

    Si no has viajado al oeste americano, la parte mejor del libro, es una buena iniciación para saber algo de aquel ambiente: paisajes, hoteles, tipos de gente por el camino, el recuerdo de tal lugar en la memoria de Jack Kerouac plasmada en su libro... aunque más parece un viaje a la carrera.

    No creo imprescindible en absoluto la lectura previa de En la carretera, por si alguno se lo plantea (pero tampoco esta prohibida, ¿eh?)

OTRA VEZ EN LA CARRETERA, de Cesare Fiumi. En Ediciones B, 2008. De un viaje hecho 10 o 12 años antes. Tiene 300 paginas.

viernes, 11 de noviembre de 2016

ESCALADORES DE LA LIBERTAD



ESCALADORES DE LA LIBERTAD, de Bernadette McDonald

    Sin duda el alpinismo orienta nuestras vidas en diferente grado. Unas veces se emplea uno con pasion en las montañas, otras se abandona, y en medio quedan los dias azarosos de nuestras vidas que son requeridos por la familia, el trabajo, la enfermedad, obligaciones y también la desidia. A nivel social, resulta ser una vía de escape cuando las expectativas en la vida se ven seriamente limitadas. Para ciertas personas nacidas en un regimen totalitario, que no funciona y que no te permite expresarte, como lo era el comunismo polaco, el alpinismo lo era todo, incluso en competencia de tiempo con mujer e hijos, no ya digamos con el trabajo o el régimen estatal,. Y de como solventar esta papeleta con el máximo de ingenio y altas dosis de exigencia es de lo que va este libro.

La autora y Wielicki
    Cuenta con reconocidos premios literarios de montaña, de los más prestigiosos: American Alpine Club Literary Prize (USA, 2012); Premio Munday, Banff Mountain Festival (CANADÁ, 2012) y Premio Boardman Tasker, Kendal Mountain Festival (REINO UNIDO, 2011), 

De profesion, pintores de chimeneas industriales

    La historia de la edad de oro del himalayismo polaco empieza con los rescoldos de la II Guerra Mundial, cuando algunos chavales tienen que encontrar sentido a sus vidas porque no todo va a ser superviviencia tras la catastrofe. Empezando con la niñez de una escaladora tan traumatizada como Wanda Rutkiewicz, la nomina de portentos es bastante grande, tanto por el numero y los logros, como por la cantida de los que fueron cayendo en el oficio. La estrella mas brillante seria Jerzy Kukuczka por su empleo por conseguir la lista de 14 ochomiles antes que Messner, pero mi preferida (de los pocos que quedan vivos tambien) es sin duda Voytek Kurtyka. No es solo el hecho de que fueran al campo base de un ochomil y con gran osadia lo subieran, sino los obstáculos que debían superar desde casa, las vidas austeras que llevaban en sus ciudades de origen, el estilo tan salvaje y valiente con el que afrontaban una cima (invernales, vías inéditas, material justo), y el espíritu que animaba todo eso. De esos momentos en la historia de la humanidad en los que, de tantas apuestas a todo o nada como se hacen, se comprende mejor el espíritu humano. Y es que un buen libro de aventuras alpinas es siempre una gran historia humana. Este es un compendio de ellas, pero hay personajes que ya dan para un libro, e incluso este libro podría ser mas extenso. Pero con los años años 90 y la caída del régimen soviético, con los comunistas que tiran la toalla y empieza una nueva era con Solidaridad en el poder. También la importancia del grupo alpinista polaco fenece. Unos mueren en la montaña, otros se amoldan a los nuevos tiempos, y los esfuerzos de gente como Andrej Zawada van quedando en el museo.
Jerzy Kukuczka en la cima del Shisha Pangma, su pico de 8000m XIV.




    “Los escaladores del pasado llegaron a ser así de fuertes gracias a escalar en las montañas más altas, año tras año y durante meses seguidos. Y lograron eso a pesar de la agitación política y económica que existía entonces. Los escaladores polacos manipularon el sistema de corte comunista e hicieron que trabajara a su favor. Crearon una economía de mercado negro que financiaba su estilo de vida alpinístico. No gozaban de la misma calidad de viajes que otras expediciones. No había dinero para sherpas. Usaban camiones en lugar de aviones y no dependían de suministros extranjeros. Pero después de cada expedición, repartían el saldo de dinero que sobraba y regresaban a Polonia más ricos de lo que salieron”.
Voytek Kurtyka, Jerzy Kukuczka y Alex MacIntyre al Makalu 1981.

    Es una historia de motivación constante para alcanzar unas cotas de superacion que ha marcado época. El alpinismo bien contado es una historia humana sin precedentes con escenario en las grandes cordilleras de todos los continentes: Alaska, himalaya, Karakorum, India, Sudamérica... atracciones irresistibles para estos "zorros invernales" con hambre de ganarse lo que las autoridades polacas les negaban. A destacar en el libro algunos detalle:
     1-, Las historias personales de grandes escaladores de la época, autenticos titanes
  
   2-.La astucia para lograr salir de Polonia (nada facil en epoca comunista) y hacer negocio vendiendo material de escalada de buena calidad en el extranjero y comprando otros articulos que luego vendian en Polonia a buen precio por su escasez.

    3.- No se conforman con llegar a la cima, han de hacerlo con su sello mas personal, la escalada invernal o por nuevas vías, todo un reto de dificultad añadida

    Pocas veces nos encontramos con una comunidad de gente dispuesta a darlo todo por su libertad, por una de eleccion propia. Es un libro entretenido, y es una historia importante. No siempre ocurre.


Wanda Rutkiewicz al campamento base del K2.

    El relato es impresionante cuando Kukuczka se echa una mochila ligera a la espalda para mirar un poco como es el un ochomil y al final acaba en la cima... increible. O la travesía de Kurtyka en el Gasherbrum IV. Aquella gente era de otra pasta, una materia y un espíritu irrepetible: como no lo podemos ver ya, hay que leerlo. Apasionante.

    

    Llevaron el alpinismo al limite, y el 80% de ellos lo pagó con la vida, pero era su vida (impresiona como se lo tomaba la mujer de Kukuczka), Parece cierto lo que decían de ellos: “los polacos prefieren ser antes un héroe muerto que un perdedor vivo.” 

Wanda Rutkiewicz entra al K2 Campo Base en 1982.
    “La magia de la Edad de Oro pasó. Parece haberse esfumado junto a tantos escaladores magníficos. Pero su legado y la magia que crearon para dar lugar a dicho legado permanece bien alta en el aire frío y sin oxígeno de los picos más altos del mundo, inaccesible a quienes no quieren escalar a esa altitud, asumir esos riesgos y alcanzar el mismo tipo de grandeza. Pero está ahí, esperando a aquellos que la deseen”. 

"Era la conexión emocional que sentía con la sensación al paisaje de las montañas lo que más articulada su filosofía sobre la senda de la montaña. Para Voytek, en aquel paisaje que sugería la existencia de un alma, había una fuerza. "Esa fuerza impresionante invoca un deseo de formar parte de ese alma", escribiría. "Vivir el paisaje de montaña toca nuestro yo más profundo".

"A Voytek le motivaba lo que él denominaba 'clásica oposición de la imperiosa necesidad de conservar el pellejo y la necesidad de probar la mortalidad'. Para él la escalada era un modo complejo y único de vivir los entrelazados elementos del deporte, el arte y el misticismo. El éxito o el fracaso no dependían tanto de la fuerza bruta como de la inspiración. El reto consistió en gobernar esa inspiración. 'Surge y desaparece como el impulso de bailar y se mantiene tan misteriosa como el propio fenómeno de vivir', decía. Equiparaba la colección de cimas a una especie de materialismo profano en el que el escalador necesitara poseer las montañas más que aceptar (y ser aceptado) por sus misterios"


"Un atardecer en el campo base salió de la tienda a dar un paseo. Y a pensar. Su excursión solitaria se transformó en una experiencia insólita que influyó de manera profunda en su relación con la naturaleza. Mientras deambulaba, deteniéndose de vez en cuando a contemplar la inmensidad de la pared, tenía la intensa sensación de que el paisaje de montaña que le rodeaba era una especie de criatura viva. Pero al mismo tiempo tenía la apremiante sensación de que no había modo de acercarse a ella. 'Yo estaba cerquísima pero ella no me respondía', dijo. Era como si ese lugar especial estuviera tratando de hablarle, o tal vez ya lo hubiera hecho y él no se hubiera dado cuenta. No estaba seguro de que era lo cierto, pero el fenómeno, a pesar de lo frustrante que fue, transformó su escalada al Bandaka en un reto de gran intensidad espiritual.
Los tres escaladores estudiaron los intervalos de los desprendimientos de roca y hielo de la pared. Debatieron acerca de su estrategia y al final, tras una franca y difícil discusión entre Voytek y John sobre los riesgos que conllevaba y sus posibilidades de sobrevivir, decidieron meterse. Pasaron 6 días en la pared, la cual iba ganando verticalidad."

"Allí, altos sobre la arista entre ambas cumbres, Voytek tuvo una de las experiencias más etéreas de toda su trayectoria alpinistica. Estaban vivaqueando a unos 7600 metros y era temprano, alrededor de las 3 de la tarde. Jurek quería haber bajado unos cientos de metros más, pero Voytek estaba seguro de que allí tendrían problemas para montar la tienda, así que insistió en que se detuvieran temprano. 'La vista era tan increíble, tan fantástica, que era como si pudieras estar viendo el mundo entero', dijo. "Lo recuerdo como un delirio. Iba de un lado para otro incapaz de de de meterme en la tienda. Fue una experiencia fantástica, dotada de una rara calidad. Era profundamente espiritual. Claro que las montañas son siempre hermosas, pero eso era diferente".


ESCALADORES DE LA LIBERTAD, de Bernardette McDonald  Editorial Desnivel. Son 283 paginas con fotos editado en 2014 en España, y anteriormente en 2011

    

miércoles, 4 de mayo de 2016

Enterrados en el cielo

K2 ENTERRADOS EN EL CIELO, de Peter Zuckerman y Amanda Padoan

"Muchos relatos de alpinismo describen una lucha al filo de la muerte ascendiendo por unas cuerdas fijas. Pero ¿cómo llegaron allí las cuerdas?, ¿quién se ocupó del rescate? Cuando la vida pende de un nudo, interesa saber quién ha hecho ese nudo"

    Para algunas personas, la tragedia del K2 le traerá titulares, fotos y videos a la memoria. El año 2008 no está tan lejano. También llamada Chogori, la montaña es conocida por su gran dificultad de ascensión y su alto índice de siniestros. El libro que la editorial Capitán Swing ha sacado tiene pinta de convertirse en otro hito en cualquier biblioteca de alpinismo, sección tragedias. Porque esta es mayúscula, y porque, a mi entender, supera a la anterior referencia del género, MAL DE ALTURA, de Jon Krakauer, un excelente libro ya reseñado en este blog. El libro comienza "in media res", con dos de los principales protagonistas de esta historia resbalando por el hielo y la roca glaseada del K2. ¿Cómo han llegado hasta aquí? Solo fue en 1986 que hubo una avalancha de accidentes mayor que los 11 que nos ocupan: fueron 13 aquella vez. (el libro del tema es K2 EL NUDO INFINITO, de Kurt Diemberger).

"En el marco de los afanes del Imperio Británico por determinar la forma exacta de la tierra, Thomas Montgomery fue contratado para que cartografiara Cachemira... y de esta manera ascendió al monte Haramukh, en las estribaciones del Himalaya. La ascensión le recompenso con un panorama de agujas de los picos situados a unos 210 kilómetros al nordeste, sobresalían de la cresta de la cordillera y descollaban sobre los demás.
La cima más cercana, un hexágono con dos cumbres, le pareció más alta. Le puso el nombre de K1. La K era por Karakorum, el numeral significaba que era el primer pico de la de su topografía. Señaló la resplandeciente pirámide más alejada cómo K2 y posteriormente registró más montañas de idéntico modo hasta llegar a la K32. Junto con los otros picos, el K1 recuperó su denominación local, Masherbrum, que en balti, la lengua local, significa Montaña de Fuego. La denominación K2 pervivió. Los cartógrafos pensaban que su denominación local, Chogori, era un hombre común que los balties utilizaban para referirse a un gran pico. En realidad Chogori es una palabra tibetana qué significa puerta de entrada al cielo". Página 54

    El libro no trata solo de desarrollar cronológicamente los sucesos y de enlazar la causa-efecto de la tragedia, sino que nos explica quién es cada uno de esos 18 hombres en la cima (supongo que incluye a Alberto Zerain), de donde vienen, que han hecho para llegar allí, e incluso quien es un sherpa de verdad, como vive, quien es un porteador balti, la historia de esa zona de Cachemira, la historia de Nabir Sabir (presidente del Club Alpino de Pakistán), la historia del K2, etc. Incluso para comprender que no solo muere alguien en una avalancha, los autores (que son primos) nos explican cómo se produce generalmente la muerte de un hombre durante una avalancha. La meticulosidad de los dos autores norteamericanos les lleva a las onomatopeyas para describir los sonidos del piolet clavándose en el hielo, o el de los pinchos de los crampones arañando centímetros de nieve adherida a la roca. La excelencia del libro esta en la viveza de las descripciones y la meticulosidad del relato. Una gran obra. Un relato con resonancias de otras ascensiones épicas:

"Eran las 11:30 del 29 de mayo de 1953 cuando se convirtieron en los primeros montañeros que llegaron al punto más alto de la tierra. Tenzing sintió "en ese magnífico momento, cuya llegada había esperado toda mi vida, que mi montaña no me pareció un objeto de roca y hielo sin vida, sino algo cálido, amistoso y vivo. Era una gallina clueca y nosotros, los montañeros, éramos polluelos bajo sus alas. Hilary también se emocionó pero lo expreso de otra forma "hemos vencido a esta cabrona". Página 112












"Los Sherpa también se identifican con uno de los aproximadamente 20 clanes que acreditan antigüedad. Los niños reciben el nombre del clan de su padre. Se supone que los Sherpa evitan los enredos amorosos con miembros del mismo clan o con cualquiera del clan de su madre hasta tres generaciones anteriores. Y exactamente igual que apellidos como Rockefeller tienen prestigio en Occidente, algunos clanes Sherpa como los Lama, son propios de la alta sociedad local. Otros, como los clanes bhote, están considerados forasteros y de segunda categoría, impostores que no son siquiera de la etnia Sherpa". Página 104

    El concepto que tienen de alpinismo en el libro admite algo más que cuerdas, seguros, jumars y botellas de oxígeno. Incluye el mundo social del que viene esta gente, y nos aporta pinceladas del mundo que les rodea, como la explosiva situación política del Nepal pocos años antes de esta ascensión puesto que hay varios nepalis porteadores de altura que, ademas, compiten por el trabajo de los pakistanies. Para el que busque solo montaña, le sobraran páginas, para quien busque una comprensión más amplia, todo le será interesante. Yo soy de los segundos.

"Cuando el equipo coreano despidió a Pasang, el se dirigió hacia la puerta de cristal. Se abrió sola antes de que él tocará su descomunal mango de bronce. Pasang se introdujo en un muro de ruidos y tráfico rodado. A su lado un portero lo saludó con una reverencia 'namasté', dijo, como decía todos los huéspedes y se ofreció a llevar el grueso abrigo de Pasang hasta un taxi.
'¿Me estará hablando a mi?' Todo resultaba mucho más que confuso. Toda su vida había sido el que se inclinaba, servía te, abría las puertas y cargaba las maleta. Eso es lo que se esperaba que hicieran las personas a las que se conoce como sherpas, pensaba: servir. El hotel del Annapurna, el más lujoso en el que había está entrado en toda su vida, le mostraba otro tipo de vida. Sí, decidió Pasang, su padre tenía razón. El K2 era una oportunidad de oro. No podía dejar pasar la perspectiva de ganar 3000 $ en 8 semanas, pero el K2 podía darle algo que valoraba más: respeto.
En cuanto conquistara 'la montaña salvaje pensaba Pasang, nadie lo consideraría un paleto. Nadie pensaría que era un mozo de equipajes. Tal vez tuviera la oportunidad de pasar más tiempo con personas poderosas como los coreanos. Quizá volviera a beber zumo de mango en lugares como el hotel del Annapurna. Quizá el mundo lo tratara con tanta amabilidad como con la que le había tratado el portero". Página 97




    "Por disparatado que resulte, los moribundos por lo general, no logran reparar en enfermos que están e incluso quienes soportan bien la altitud o respiran con una botella de oxígeno pueden sentir agotamiento. El Viagra sirve de ayuda. Este medicamento disminuye la tensión de las arterias pulmonares y puede incrementar la tolerancia al ejercicio, de manera que los montañeros suelen tomarlo"
    Por fin llegan las páginas de la aproximación y llegada al Campo Base del K2. Cómo se desarrolla la organización, los preparativos, los porteadores de altura haciendo el trabajo sin gloria de toda esta movida... mucha gente queriendo subir en tan poco espacio de tiempo por dos vías (Abruzzos y Cessen). Reparto de tareas que despues no se cumplen... y las cuerdas que no son suficientes. Pero se empeñan en subir y de mala manera lo consiguen.
"Wilco fue el primero en llegar al K2 e instaló 3000 metros de cuerda en la vía Cessen, pero cuando el caballero abandonó la caballerosidad y trato de cobrar el peaje acostumbrado por utilizar esas cuerdas, su popularidad se desplomó. La mayor parte de los días tenía ganas de irse a casa y ver a su esposa y a su hijo de 7 meses. "Quería sentir amor -recordaba- lloraba dentro de la tienda y pensaba: "esta montaña ha acabado conmigo"
    Junto a las decisiones pertinentes, se toman otras nefastas como la de permanecer, desde el primero al ultimo, 90' en la cumbre a las 6 de la tarde con el sol poniéndose y tras dos accidentes mortales durante la ascensión. Unos fuman, otros se divierten. Karim (amigo de la autora, que es también ochomilista en una ocasión, y origen del interés por esta historia) reza, otro llama por teléfono a la familia y sponsors. Los sherpas y porteadores también ganan bonificaciones por cada cliente que hace cima, por lo que no les insisten en darse la vuelta antes de lograrlo. Ese día, como una advertencia, hubo un eclipse parcial de sol. Cuando empiezan a bajar, muchos ya lo hacen sin oxigeno en las bombonas. 


"El escalador vasco Alberto Zeraín le pareció alguien asombroso: jamás había visto a un europeo capaz de escalar como un Sherpa. Alberto había hecho un trato con Shaheen, por el cual acordaba trabajar como porteador de grandes altitudes a cambio de un emplazamiento para la tienda de campaña"


El ultimo campo de altura, el IV, bajo el cuello de botella
    La cadena de desgracias se acelera. Por ejemplo, Cecilie se salva dos veces de la muerte, pero en las dos ve morir a un compañero y después a su marido, recién casados.

"¡Suelta la cuerda!",gritaba Fredrik 
Jehan no decía nada.
¡Suelta la cuerda!
Jehan seguía en silencio.
Estábamos gritando al pakistaní en tres idiomas distintos... sueco inglés y serbio... y yo empezaba a sentir pánico -recordaba Fredrik. Si Jehan se hubiera dejado caer lo único que tendría que haber hecho era utilizar el piolet para frenarse pero no se dejaba caer.
Después de aproximadamente un minuto Jehan hizo por fin lo que se le decía. Soltó la cuerda que había alrededor del cuerpo de Dren y empezó a resbalar tan inmóvil como un cadáver "

 En medio de la noche Pemba, Chiring y Pasang se encuentran en el cuello de botella. Pasang, sin piolet (lo cede para montar un sistema de cuerdas que ayude al descenso de los clientes sabiendo que eso le puede costar muy probablemente la vida!!!!) intenta el descenso, y en seguida se atasca. Pemba se lo piensa, pero continúa solo. Chiring se queda con Pasang: decide unir su suerte a la de Pasang. El, al menos, tiene piolet, pero un serac se los lleva por delante... 

bajo el cuello de botella

"¿Qué ves ahí?, gritos Chiring detrás de él.
Pemba seguía descendiendo.

¿Hay alguna cuerda?, requirió Pasang.
Si Pemba respondió, Chiring y Pasang no pudieron oírlo
Se marchó deprisa y no podía culparlo, recordaba Chiring. Pemba tenía esposa y una hija de 3 años esperándolo y llevaba escalando 24 horas. El frontal de Pemba desapareció. 
Pasang se volvió hacia Chiring y habló sin emoción: 'tú también puedes marcharte', dijo.
Chiring lo pensó. Responsabilizarse de Pasang -atascado y sin piolet en la pendiente más mortífera del K2, una noche sin luna, sin disponer de cuerda y bajo seracs desmoronándose- no era nada sensato, pero Chiring nunca dudo de que era lo que había que hacer. La Sonam, el concepto budista de la virtud, no es negociable y menos aún en el K2, tan cerca de una diosa capaz de influir en tu próxima reencarnación. Ella observaba y esperaba de él que se compadeciera. Él también lo esperaba de sí mismo.
Los seracs crujieron.
'Es mejor que la montaña se lleve solo a uno de nosotros -prosiguió Pasang- Vete.'
Chiring engancho su cordada de seguridad al arnés de Pasang y hundió el piolet en el hielo. 'Si morimos -dijo-, moriremos juntos"

    Una de las virtudes de la narración es la explicación de  las motivaciones de los personajes: ¿por qué Wilco se abstiene de ingerir nieve en su primera noche perdido, por encima del cuello de botella, pese al llevar 22 horas sin beber? ¿Como debieron ser las últimas horas de Karim perdido y alucinado hasta que se cayó por encima de la barrera de seracs? ¿Por que se encadenaron una serie de decisiones desafortunadas y fatales? El seguimiento personalizado de la aventura de estos hombres haciendo cima y regresando explica y humaniza un proceder difícil de explicar a los profanos en la materia. En el libro se fundamentan todas las informaciones en entrevistas, fotos, grabaciones e informes de los que se aporta el origen. Es parte esencial de este libro.


"Pasang tenía que descender por el cuello de botella haciendo escalada libre, sin piolet, y él sabía que eso era casi imposible.

Sin embargo, lo intentó, arañando y golpeando el hielo para crear agarres. Arqueaba los codos y equilibrada su peso al tiempo que cada clavaba la delantera de los crampones en la ladera. Apenas podía agarrarse a la pared y cuando empezó a descender sus manos rodaban por la superficie de la pared en busca de zonas blandas. El hielo estaba duro como una pista de patinaje"

    Hay varias descripciones de este relato difíciles de asumir e imaginar, como la de Wilco encontrando a 3 hombres colgados de una cuerda, (de los que el coreano y el porteador Jumik aun respiran), estando Wilco mismo al borde del desastre. Unos minutos después encuentra un cabo de la cuerda rota y se salva, Sin embargo luego aparecen Marco y Ger: el primero lo intenta, pero el segundo saca a los dos vivos del atolladero. O la decisión del coreano Kim de enviar a su jefe de porteadores a sacar a la señora en una situación que es como ordenarle un suicidio.
"Wilco se volvió hacia los demás y les dijo que se estaba quedando ciego. Dije a Ger: 'escucha no voy a discutir esto. Voy abajo. Directamente para abajo. No me importa si voy en la dirección correcta o no'.....
Al otro lado de la franja de rocas había un precipicio. Wilco dio la vuelta 'colgado de mi piolet, casi muerto -recordaba- avanzando centímetro a centímetro. Vio que Ger y Marco estaban mucho más arriba a arrodillados junto a Jumik.
'¿Dónde voy ?' grito Wilco. No tuvo respuesta. Demasiado agotado para ascender, avanzó fatigosamente bajo el serac voladizo y vio un fragmento de la cuerda Endura de 5 milímetros de su propio grupo. Estaba allí sobre la nieve como si fuera un regalo"
    Wilco pasará su segunda noche a la intemperie entre dos muertos que encuentra en su deambular medio ciego por la ladera del K2.

Algunas vistas desde la cima
     Sin embargo la historia de estos 3 hombres enredados y colgantes es de las más trágicas y emocionantes del libro... Y yo no te lo voy a desvelar. Mis reseñas animan a la lectura, no la suplantan. Decir solo que el desenlace es tremendo.

"Pasang veía más abajo luces que se movían. Tomando de su regulador una inspiración de la que se sintió culpable, avanzo fatigosamente y se agachó junto al Señor Kim. El jefe de Pasang estaba demasiado cansado para derrochar palabras. Kim golpeó en el costado de la botella de oxígeno y señaló el manómetro que indicaba que estaba vacía. Pasang comprendió lo que se esperaba de él. Hizo un gesto al señor Kim para que esperara un instante. Se arrodilló, desconectó la botella vacía y la sustituyó por la suya"

    FInalmente, cuando los supervivientes están a salvo en Islamabad, aun siguen con la cabeza allí arriba, entre el sufrimiento y la incomprensión de todo lo que les ha pasado y hay acusaciones cruzadas. El holandés Wilco es, junto al coreano Kim, de los que acaban siendo más desagradables, egocéntricos en su actitud y ásperos hacia cualquier otro. La vuelta a casa, y la superación del trauma, con lo que concluye el libro, me dan a entender que no es la montaña la que hace al montañero, sino que este es el que adopta diferentes actitudes frente a la montaña según vive habitualmente en un ambiente urbano, y desde eso hay mejores y peores ejemplos. Los hombres que están arriba no son de una pasta tan distinta de los que se quedan abajo (como si no hubiera héroes en el valle...).
Algunas vistas desde la cima

    Esta ha sido una de las lecturas en las que me detengo de vez en cuando a asimilar las impresiones.
Cecilie Skog y Rolf Bae
Una lectura casi más traumática que la de Everest 1996. Una de las cosas a resaltar del enfoque de esta historia es que no es tan anglosajona o tan europea como tienen a ser comúnmente. No solo importa lo que viven y sienten los occidentales, importan, y mucho, las vidas de sherpas y baltis con nombres y apellidos, El seguimiento es especial con Chiring Dorje y Pasang Lama, se les dedica muchas paginas y ese acierto es poco común en el género. Los autores se han preocupado en saber que fue de ellos y sus familias y se fueron a buscarlos a sus aldeas (por ejemplo, cómo se entero la esposa de Karim de su muerte: desolador).

Gerard McDonnell, uno de los que mejor caia a la gente, irlandés.
"Los supervivientes de la expedición Flying Jump hablaban por todo el campamento de organizar una evacuación. Askari Aviation había hablado de un precio de 60000 $ por enviar a los pilotos de helicóptero de los Cinco Intrépidos. Era un paseo en helicóptero muy caro e innecesario, pero Pasang y los coreanos regresarían a la ciudad volando. Cuando Erik se enteró, pensó en los hijos de los sherpas de Katmandú y Shimshal muertos. 'Si la expedición Flying Jump se ahorraba esos 60 de los grandes y salía de aquí andando como todos los demás - dijo a Chiring- habrían resuelto de por vida todos los problemas económicos de esos niños"
Eric_Meyer y Chiring Dorje

Sherpa Pemba Gyalje

    Un ultimo apunte: ese 1 de agosto de 2008, el montañero de Gasteiz Alberto Zerain subio a la cima el dia del ataque mucho antes que el resto y bajo cuando todos estaban en cuello de botella aun, con la admiracion y envidia del personal. Fue a su bola y ganó.

"Pasang quería asegurarse de que no le sucediera eso a nadie, así que sacó  una estaca con un banderín para marcar el puente de nieve que él había roto. Antes de reanudar la escalada, examinó a su alrededor. Delante de él, una chaqueta roja y solitaria iba descendiendo la montaña con paso firme. Pasang reconoció Alberto Zerain, el escalador vasco del equipo de cabeza que se había adelantado a todo el mundo en el cuello de botella. Alberto le mostró una sonrisa resplandeciente y Pasang reconoció esa mirada, el resplandor de la cumbre. Pensó: '¿cómo es posible? -recordaba Pasang. Alberto había ascendido en solitario lo que le quedaba del K2 y había coronado la cumbre a las 3 de la tarde, varias horas por delante de todos los demás. Ahora iba bajando solo. 'Este tipo hace que el K2 parezca fácil' (...)
Pasang envidiaba a Alberto, que se dirigía abajo para tomar sopa caliente y meterse en un saco de dormir. Pasang lo vio serpentear entre el grupo de escaladores. Cuando Alberto pasó, algunos miembros de la expedición Flying Jump se dirigieron a él como si le estuvieran preguntando qué dirección debían tomar en una autopista. Querían saber cuántas horas les quedaba hasta la cima. Alberto se encogió de hombros y apenas ralentizó el ritmo. "No iba a tratar de predecir cuánto iban a tardar ellos en alcanzar la cumbre", comentó. Cada escalador avanza a un ritmo distinto. Alberto evaluó el ritmo que llevaban y quiso sugerirles que se dieron media vuelta, pero vaciló. Darse la vuelta es una decisión personal, concluyó, entre el montañero y su creador"

wilco van rooijen
    Un documental muy bueno con las fotos, grabaciones y comentarios de los protagonistas durante aquella jornada: K2 UN GRITO DESDE LA CIMA DEL MUNDO

"Pero las personas no escalan por que tenga sentido. Se pueden aducir razones -aporta rumbo al desorientado, amigos al solitario, dignidad al reprobó, emociones a los aburridos- pero en última instancia la búsqueda de una cumbre desafía toda lógica. Igual que la pasión, igual que un viaje a la Luna, hay cosas mejores que hacer, más seguras, más baratas y más prácticas. No es esa la cuestión".

    En definitiva, un libro muy bien escrito para una historia impresionante. Con mejores y peores actitudes en situaciones extremas, y un Pasang que destaca a mucha distancia de la mayoria.

    K2, ENTERRADOS EN EL CIELO, de Peter Zuckerman y Amanda Padoan. En Capitán Swing (2015, aunque el libro es del 2013). 300 páginas.

martes, 26 de abril de 2016

REENCUENTRO CON EL TIBET, de Heinrich Harrer


    Pienso que si has llegado hasta aqui, probablemente sepas que Harrer, el autor, lo es también del muy conocido "Siete años en el Tibet", y que desde entonces su vida giró en torno a la promoción de los valores de la cultura tibetana y de la defensa contra el atropello que significo la invasion china de su espacio geográfico. El objetivo de REENCUENTRO CON EL TIBET viene a justificar esa misión que Harrer dio a su vida hasta el ultimo de sus dias. Aquel libro fue publicado en 1952 (la fecha que da él, wikipedia dice que en el 53):

    En 1944 tras cuatro años y medio de reclusión, Harrer y su compañero Peter Aufschnaiter lograron escapar del campamento británico, situado a las afueras de la localidad de Dehra Dun al norte de la India. Durante los siguientes veintiún meses permanecieron ocultos en aldeas remotas y realizaron la hazaña de recorrer 2.500 kilómetros hasta llegar a la ciudad prohibida de Lhasa.  Allí Harrer se hizo amigo del joven Dalai Lama, y con la invasion china tuvo que que escapar de vuelta a la India (abandono el Tibet en la primavera del 1951).

    "Entre tanto, es cosa sabida de todos cómo, bajo el régimen de la Banda de los Cuatro, el pueblo se vio privado de su base económica vital y los monjes fueron enviados a efectuar trabajos forzados y obligados a abandonar su celibato. Muchos de los mejores jefes y maestros espirituales murieron ejecutados. Y mientras miles de tibetanos eran trasladados a la fuerza a suelo chino, miles de chinos fueron trasladados al Tíbet. Con ello se esperaba convertir a los tibetanos en una minoría en su propia tierra. Una reeducación de la juventud tibetana y otras medidas socialistas debían completar el proceso de transformación. La consecuencia fue, empero, una resistencia escondida y abierta de la población."

    La idea de este viaje es volver  a la tierra que tan feliz le hizo, la que dio un sentido más a su vida, el Tibet, justo cuando empiezan a entrar por vez primera los extranjeros. Han pasado mas de 30 años, y si fue él uno de los primeros extranjeros en entrar allí, lo es también en volver. Pero ahora lo hace con un sentido critico hacia aquel que se lo ha arrebatado durante 30 años: el régimen chino. Y a lo largo del libro, descripción de su estancia por Lhasa y alrededores, denuncia los excesos cometidos en este sentido: asesinatos, torturas, destrucción de templos, humillaciones, instrucción ideológica masiva, etc. El encuentro con antiguos amigos deja el regusto amargo de encontrar las sombras de lo que una vez fueron, y en algunos casos, como no podía ser menos, la comprensión que algunos dignatarios tibetanos hacen del proceder chino. En ese sentido, se reviste de una misión que a pocos mas concede., porque gran parte de la narración del libro recae en las comparaciones de la época anterior a la invasion china con el momento del viaje, 1982. Sus recuerdo son múltiples: gente que le recuerda, la habitación que entonces ocupaba, las obras que Peter y él realizaron para la comunidad, lo que queda de los templos, el empobrecido mercado de Lhasa o los jardines que ya no existen. La tropa comunista le impide muchas veces ahondar en lo que ve, no siempre le es permitido ver lo que antes vio, ni hablar con libertad con quienes desea, pero al menos se va de vuelta a casa con la satisfacción de ver que el régimen no ha calado en el alma de los tibetanos, y que los chinos son conscientes de ello.
    "Cada día recibimos nuevas instrucciones de la agencia de viajes china y del intérprete acerca de lo que está permitido o prohibido. Esto resulta desagradable y molesto pero también hay cosas cómicas como la frase que leemos junto a un monumento: "la prohibición de obtener fotografías es aquí gratuita".
Mas no sólo son los chinos quienes adoptan una actitud intransigente. En el Norbulingka, el antiguo palacio de verano del Dalai Lama, es una joven tibetana, Mingma, la que resulta más papista que el Papa. Con la dureza de su rostro y el pelo severamente recogido con una cola de caballo, se nos hace casi insoportablemente antipática al obstinarse en la prohibición de sacar fotografías. Cuando yo le hablo en tibetano y le explico que se trata sólo de obras nuevas, me ignora con altanería. Los chinos se acogen a un argumento muy discutible para tanta severidad: los frescos no han sido todavía publicados por ellos y nadie puede hacerlo antes de que los científicos chinos hayan realizado esta labor de investigación"

    Pero el campo de intereses de Harrer en el libro es mas amplio: a su viaje se unen anécdotas relacionadas, como su escapada del campo de concentración en la India con su amigo Peter, los recuerdos de su amigo el Dalai Lama y de otros amigos, como Tenzing Norgay, el paso de otros viajeros por allí antes que él y durante su estancia... También nos recuerda la importancia de lo que significa el Tibet para el mundo. Por ejemplo, el recuerdo de Milarepa, uno de los primeros poetas de las montañas que ha habido en el mundo, o la filosofía y la medicina tibetana. También denuncia lo que no es tibetano pese a caer en la fascinación que por entonces ejercía el Tibet en occidente, por ejemplo un libro titulado "El tercer ojo".

    "Durante una gira de conferencias por Inglaterra m editor Rupert Hart-Davis me comentó la existencia de un libro sensacional sobre el Tíbet. Su amigo Frederic Warburg, encargado de su publicación, nos había enviado las galeradas para que le echáramos una mirada. Yo las hojee y me di cuenta en seguida de que se trataba de un engaño. Era la obra de Lobsang Rampa, quien afirmaba haber pasado años en Lhasa, primero como estudiante y después como médico, cuando yo estaba allí. Llevaba por título "El tercer ojo" Pedí a Hard-Davis que telefoneara a la editorial en la que se publicaba para preguntar si había posibilidad de que me reuniera con él tal Lobsang Rampa ya que me interesaba poder hablar en lengua tibetana con alguien que hubiera vivido en Lhasa al mismo tiempo que yo. Pero solo obtuvoe excusas: que el autor meditaba y no podía atenderme... unos días más tarde me llegó la noticia de que Lobsang Rampa lo sentía mucho pero se encontraba camino del Canadá... cada vez me daba más cuenta de que sólo podía tratarse de un embustero y Hugh Richardson, otros tibetologos y yo intentamos desenmascarar a ese hombre. Por fin fue Marco Pallis, tibetologo y budista practicante, que tocaba el violonchelo en la Orquesta Sinfónica de Londres y además era un experto en alfombras tibetanas, quién se dedicó a descubrir el paradero de autor. Contrato aun detective , que se hizo pasar por discípulo de Lobsang Rampa y pudo observar que incluso miembros de la más alta aristocracia inglesa acudían a él para practicar meditación. Rampa lucía una ondeante barba y se hallaba sentado en un gran lecho rodeado de gatos siameses, pero no era más que un hojalatero de Gales, que después de un accidente de automóvil se ganó la vida durante un tiempo como búho Nero, para terminar haciendo de adivino ya que, como había podido comprobar, la gente se lo tragaba todo siempre que se les expusiera con la habilidad. Lobsang Rampa se puso a escribir libros sobre el Tibet enriqueciéndolos con misticismo de otros ámbitos espirituales. Resultado de ello fue "El tercer ojo" que alcanzó en el mundo entero una tirada de millones de ejemplares."

    El libro plantea muchas paradojas: el choque cultural entre el pasado y el presente, la "bicefalia" de quienes intentan compaginar ambos mundos (intentan salvar los muebles de una casa que ya no es suya). Cuando un representante del Dalai Lama regresa a Lhasa, la euforia de la población es total para consternación de los comunistas... Si bien el régimen feudal del Dalai Lama no era perfecto, lo que les sobrevino fue una catástrofe, y esto es tema de análisis y comparación constante del libro.

"Cada vez que encontraban un gusano en la tierra prorrumpian en grandes voces. Lo levantaban cuidadosamente con la pala y lo llevaban bien lejos para salvar su vida. El respeto a todos los seres vivientes es muy grande entre los budistas, que nunca harían daño a un animal"

    "Cuando Tenzing, junto con Frank Smythe, descubrió en 1937 el Valle de las Flores en el Himalaya, era sólo un peón más y tampoco tenía más importancia cuando atacaron el Everest desde el norte, o sea desde el lado tibetano, y llegaron hasta una altura de 8500 metros. En relación con esto, hay que mencionar al decimotercer Dalai Lama, que en 1910, huyendo de los chinos, había buscado refugio en la población india de Darjeeling, y que, en agradecimiento a la hospitalidad de la administración colonial inglesa, tuvo para con esta un gesto que dado sus conceptos religiosos, no le debió de resultar nada fácil: concedió el permiso para que el monte Everest fuese escalado por su cara norte, desde el Tibet.
Tenzing fue uno de aquellos pioneros del Himalaya que, ya hace muchos años, practicaban el montañismo sin cuerdas ni crampones y también sin oxígeno. Entonces ni siquiera se hablaba de estas cosas. Eran simplemente así. En 1948, cuando Tenzing viajo a Lhasa con el profesor Giuseppe Tucci celebre tibetologo, esté le animó a intentar nuevamente la escalada del Everest con los ingleses pero ya no como simple porteador sino con los mismos derechos que los montañeros británicos. De esta forma podría hacerse un gran nombre. Fue entonces cuando yo le conocí, con Tucci, en la ciudad de Lhasa y quedamos de acuerdo en subir juntos algún día al Kanchenjunga. Algunos años después, cuando en 1951 tuve que huir de los chinos comunistas a la India a través del Sikkim, pregunté en Gangtok a la familia real, con la que mantenía una buena amistad, si pensarían en mí y en el sherpa Tenzing en caso de autorizar la escalada al Kanchenjunga. Yo tenía especial interés en subir esa montaña porque Peter Aufschnaiter y Paul Bauer ya habían llegado hasta poco más abajo de la cumbre en un 1929 y 1931, y me hubiese gustado estar donde ellos. Kanchenjunga significan "los cinco tesoros de la gran nieve".



    

"Cuando en el año 1953 estuve en Inglaterra para tomar parte en la presentación de "Siete años en el Tíbet" traducido al inglés y prologado por Peter Fleming pronuncie también una serie de conferencias. Cuando le tocó el turno a la Royal Festival Hall, encontré una carta del antiguo comandante del campo Dehra Dune, el coronel Williams. Me escribía esto: "en mi calidad de comandante de su campo de concentración en la India tuve que soportar la ignominia y el oprobio a causa de que usted consiguiera huir. Y por si fuera poco, hoy tuve que pagar entrada para enterarme por boca de usted de cómo se las arregló entonces".El hecho de que en la sala, llena a rebosar, estallaran los aplausos cuando leí esta carta demuestra la nobleza y el sentido del humor de los ingleses."

    La frustración en muchos momentos del viaje es al menos un dolor pasajero cuando parece que lo peor de la ocupación ha pasado:


    "Los tibetanos de nuevo pueden llevar su vida nómada, que para ellos es vital y necesario para su felicidad. Por lo visto los chinos comprendieron por fin que sería contraproducente imponerles otra forma de vida del mismo modo que, para mi, también constituye un error que nosotros los europeos, viajemos por todo el mundo como turistas y misioneros y creamos que nuestra moral, nuestra religión y nuestra manera de vivir es lo único acertado y en consecuencia debe ser difundido. Nunca me encontré con algo semejante por parte de los tibetanos mientras estuve con ellos. Formaban una comunidad homogénea y religiosa muy consciente de sus propios valores, pero nunca intentaron exportar su religión, como hacemos nosotros. Ni su religión ni tampoco sus usos y costumbres. En todos los años en que convivimos con ellos no recuerdo ni un solo intento de convertirnos a Aufschnaiter y ami al budismo"

    En definitiva, un libro bastante entretenido que se lee a veces como reportaje, a veces como un diario de viaje. Con él, aprovechando su notoriedad, el autor nos pide que no olvidemos al Tibet, que siga al menos en nuestros corazones para que no quede impune la represión china ni se deje de ayudar a los refugiados tibetanos. No olvidemos que de alli, un buen pedazo de mundo, apenas nos llegan noticias, que la entrada y el movimiento dentro del Tibet sigue siendo dificil y restringido y que el genocidio cultural sigue a la orden del dia por otros medios menos brutales pero seguramente mas efectivos.

    "Es indudable que mi estancia en el Tibet marcó para siempre el resto de mi vida. No volví a ejercer mi anterior tarea de profesor de geografía y deportes sino que continué lo que iniciará en mi juventud: el montañismo y los viajes a zonas inexploradas. Tales empresas siempre fueron impulsadas por mí especial amor al continente asiático y más adelante, de forma más concreta, al círculo cultural tibetano. Aún hoy es el viajar lo que llena mi vida, pero entre tanto, he aprendido, como privilegio de la vejez, que no me interesa tanto la conquista de las cumbres como el camino alrededor de la montaña, con la posibilidad de conocer a sus gentes, plantas y animales. El concepto de la aventura parece haberse reducido y sin embargo no me hacen menos feliz"

    REENCUENTRO CON EL TIBET, de Heinrich Harrer en Ed. Juventud, año 1985. Son 195 paginas con fotos.
    

lunes, 4 de abril de 2016

CANTA IRLANDA, de Javier Reverte
POR EL OESTE DE IRLANDA,  de Leon Lasa

    El tema de hoy es Irlanda, uno de los países y geografías más literarios tanto por sus excelentes escritores como por lo inspirador de sus paisajes y su historia. Lo traemos de la mano de dos escritores de viajes muy distintos. En primer lugar, el viaje de Lasa es por la costa occidental de la isla, a pie y en autobús, con un continuo roce con la gente, el clima y los lugares, que es la forma de transmitirnos buena parte de la esencia de la isla. La "aventura" de Reverte no sale de su propio ensimismamiento, de meterse unas pintas entre pecho y espalda, y de alquilar un coche para moverse a sus anchas y solo.




    En realidad, incluirse en el género de viajes el libro CANTA IRLANDA no está justificado: la mayoría de él es un libro de historias y anécdotas de la isla que se puede escribir sin salir de casa. Si a eso le unimos un viaje físico como excusa para ir engarzando dichas historias, obtenemos la fórmula general del libro. A pesar de ello, contiene un par de momentos en que se sale de la guía de viajes para turistas y aporta algo realmente genuino al viaje. Uno de esos momentos es cuando visita La Calzada de los Gigantes, atiborrado de turistas, en el que no tiene problemas con las multitudes para apreciar el lugar (¿había leído ya bastante sobre el lugar en casa?); prueba un poco del público al que va dirigido el libro (público que somos todos: un libro para todos los públicos, sin excepción). El otro momento genuino de su viaje es el de su paso por Belfast. Allí compara los momentos de tensión vividos como corresponsal la semana siguiente al mítico Blody Sunday con los que disfrutó a su regreso para escribir años después este libro. Se nota que la vida propia se inmiscuye con la de Irlanda, hay verdaderas emociones y sentimientos, momentos de una vida que vale la pena vivir. Salvo estos escasos momentos lúcidos del relato, y tal vez algún otro (dicho en singular), el texto parece el de un guía de viaje que ha publicado todo lo que deben saber los turistas recién ingresados en el autobús para hacer kilómetros y kilómetros de carretera, viendo el paisaje sin mojarse, tomando unas pintas con la seguridad de que es lo que hay que ver en Irlanda, y escuchando la infinidad de anécdotas de estos temperamentales irlandeses.

"...visité el pub de John B. Keane, cerca de allí, para comprobar, risueño, que es posible escribir magníficas novelas y regentar durante años una tasca de pueblo, como hizo el creador de la obra The Field".
Healy Pass

"...en algún lugar de las lomas del monte Croaghaun, tuvo su casa a mediados del siglo XIX el capitán inglés Boycott, que provocó con su actitud tiránica que los locales del condado de Mayo descartaran tener el más mínimo trato o comercio con él, lo que dio lugar a la famosa expresión que hoy es reconocida en la mayoría de las lenguas del mundo: boicotear"
POR EL OESTE DE IRLANDA, de Leon Lasa

    El libro de Lasa no quiere abarcar toda la isla, pero se nota que también va preparado: a lo largo del relato de su viaje de norte a sur por la costa, nos contará que ha utilizado la ayuda de algunas personas que conocía de viajes anteriores. También nos cuenta historias de los lugares por los que pasa, pero es un viaje personal, lo vemos a través de sus ojos, de su piel expuesta a las cuatro estaciones por las que pasa un dia irlandés. De alguna manera te hace cercano el terreno que pisa a través de su propia experiencia, objetivo de un libro de viajes. También recurre a otros autores, y habla de otros temas importantes que a Reverte se le escapa como el libro de Kells y la historia del capitán Boycott. En ese sentido, tampoco es tan obvio (meter el Ulises y a Joyce con prolijidad es tan obvio como inevitable). Este viaje transcurre en 2006, el de Reverte en 2004, pero dejó durmiendo el asunto de la escritura hasta el 2012 en que vuelve a la isla y se pone a escribir. POR EL OESTE DE IRLANDA es un libro de viaje con todo lo que ello supone: es mucho más personal, hay vida propia en el, esa que uno se va ganando en la medida en que la confrontas sin intermediarios con el entorno que has elegido. A poder ser, sin red de seguridad.
Mizen Head

    En conclusión, diré que de alguna manera son dos libros distintos y que cualquiera de los dos viene bien para conocer de antemano lo que prevemos disfrutar: CANTA IRLANDA te pone en la dirección histórica de lo que vas a ver, y se agradece porque es imprescindible y es mucho lo que hay detrás de un montón de escenarios irlandeses. POR EL OESTE DE IRLANDA es un viaje que te predispone a adoptar una actitud ante una región del mundo que, aunque geográficamente cercana a la nuestra, está muy lejana en sensibilidad. Es un placer seguir los pasos de León Lasa sobre el terreno. Y en el mundo de turismo de masas, si te interesa viajar, la actitud es lo importante.
Innisheer, Islas Aran

Otra reseña de un residente español en Irlanda: CANTA IRLANDA

CANTA IRLANDA, de Javier Reverte, año 2014, en editorial Paza&Janes, de 380 paginas.
POR EL OESTE DE IRLANDA, de Leon Lasa, año 2006 (mi edicion es del 2014), en editorial Almuzara, de 270 páginas.

domingo, 28 de febrero de 2016

MI NEW YORK, de Brendan Behan





    Antes de llegar a este libro, ya conocía a Behan de su propia autobiografía, un lujo de entretenimiento y aguda critica sobre el hecho de ser irlandés (o un irlandés como él) en su propia patria. Ahora, con MI NEW YORK, parece que el tema se expande y nos demuestra qué es  ser irlandés en la Gran Manzana. Picaresca, admiración, observación continua de los hábitos de todo el mundo con que se cruza, ya sean negros o blancos, hombres o mujeres de cualquier orientación sexual, judíos, italianos, políticos, policías, irlandeses, descendientes de irlandeses... Behan estaba encantado de soltar su carácter mas histriónico, darle al trago y supervisar una de sus obras en cartelera, Si vas de juerga, nada mejor que esta ciudad, si eres irlandés seguro que encontraras compatriotas establecidos que te meteran en los mejores garitos y en las terrazas con mejores vistas, en las grandes fiestas, estrechar la mano de personalidades del momento, pasearte por Coney Island, etc. Pero lo mejor es estar en la cuadrilla de Behan, compartir esas horas de estancia en New York a su lado, para aprovechar sus agudezas. Así es como he leído el libro, como si de una inmensa noche de farra se tratara antes de pasar página, o de pedir ya la cuenta al camarero.



    "Una ciudad es un lugar donde vive el Hombre, un lugar donde camina, habla y come y bebe a la luz brillante del día o a la luz de la electricidad, las veinticuatro horas del día. En Nueva York puedes dar un paseo a las tres de la madrugada, ver gente, leer el periódico y beber algo: zumo de naranja, café, whiskey o lo que sea. Es el mayor espectáculo que hay sobre la Tierra, abierto para todos. De noche, su fabulosa belleza ya era la mayor maravilla del mundo hace cuarenta años."


   "Los irlandeses raramente son anti negros aunque también es cierto que no entran en competición económica con ellos. Hay miles de negros en Dublín pero todos son hijos de algún jefe y habitualmente van a la universidad sin entrar en competición con los nativos por el trabajo"

    "Si quieres ir a misa tienes la iglesia franciscana de San Antonio, en cuyo vestíbulo los niños juegan al béisbol mientras las novias los animan desde los lados, ocasionalmente en términos muy poco franciscanos. Pero los franciscanos no les molesta. Hacen mucho por los chicos y las chicas del Village"

    Las anécdotas y opiniones se suceden constantemente, una impresión te lleva a una idea, y así te encuentras escuchando (si, escuchando) a Behan como si fueras amigo suyo de toda la vida.

Aqui se ospedo, aqui lo escribio.
    "No sé si es porque los negros no pueden permitirse los lujos de Fire Island o si es un asunto de prejuicio racial. Mis prejuicios raciales son prácticamente inexistentes. Digo prácticamente porque a veces cuando leo cosas sobre la hambruna en Irlanda o sobre el levantamiento de Pascua puedo ponerme algo hostil hacia Inglaterra y los ingleses. Estoy en contra de la partición de Irlanda porque no pienso que sea bueno para el pueblo de Inglaterra ocupar los países de otros pueblos. 

En todo caso no es bueno para el pueblo de Irlanda porque impide que tengamos políticas propiamente dicha. Toda nuestra política se concentra en la frontera que divide Irlanda. Cuando estuve en prisión en Inglaterra pensaba que los ingleses deben irse de Irlanda y sigo pensando lo mismo."

    El libro no mantiene ningun hilo conductor que el de dejar constancia de lo bien que se lo esta pasando:
Peter Orlovsky y Allen Ginsberg con Brendan Behan y Beatrice Salkeld, 

    "...digo incluso ir al bar al lavabo porque un aspecto interesante del puritanismo americano es que, al menos en Nueva York, no existen las civilizadas instalaciones que se encuentra el y cualquier ciudad europea, incluso en las más pequeñas. Y más extraño aún es el hecho de que en Broadway puedes encontrar una baraja de cartas con mujeres desnudas y otras cosas interesantes de este tipo pero no hay servicios disponibles por si quieres usarlas durante unas horas"
    Conviene saber quien es Behan al leer el libro, y su autobiografía CONFESIONES DE UN REBELDE IRLANDÉS es muy buena. De lo contrario, acudir a Wikipedia. Es una vida de las entretenidas. Un tipo de pueblo, con la suficiente inteligencia para dejarse llevar por lo que ve pero sin dejar de ser él mismo, un hombre muy peculiar.

    "A todo esto mi tío había adquirido algunos hábitos americanos bastante extraordinarios, entre ellos el de negarse a dejar su puesto en el banco para salir a tomar una copa en horas de trabajo. Nunca antes en mi vida había oído una herejía semejante, sobre todo teniendo en cuenta que su jefe inmediato era un judío de Dublín.
    Así pues le invité a almorzar y casi me caí de la silla al ver que bebía leche con la comida. Había desarrollado una especie de horror a la bebida"

    He aqui dos enlaces que tratan con consideraciones opuestas el presente libro. El primero es una genialidad de Enrique Vila-Matas (un autor que no me atrae por nada concreto), el otro es de un tipo llamado Juan Antonio González Fuentes, lleno de prejuicios. Los encajo aqui como prueba de que Behan no deja indiferente a nadie:

    El libro viene acompañado de numerosos dibujos de Paul Hogarth.