Ver Viajes del Mundo en un mapa más grande

martes, 13 de junio de 2017

HOMBRES DE UNA SOLA PIEZA. GENTE, AÑOS, VIDA, de Ilya Ehrenburg

HOMBRES DE UNA SOLA PIEZA.  GENTE, AÑOS, VIDA, de Ilya Ehrenburg 

    "Se podría pensar que yo estaba protegido por el caparazón de mis principios intransigentes, pero no era así, pues el arte se filtraba en mis actividades clandestinas. Por las noches leía las obras de Hamsun: Pan, Victoria, Misterios; me reprochaba a mí mismo esta debilidad, pero no podía hacer nada contra mi admiración. Sentía que existía otro mundo, el de la naturaleza, las imágenes, los sonidos, los colores. Chéjov me conmovía ya entonces por su verdad, que yo no comprendía, pero que resultaba indiscutible, y susurraba: «Misius, ¿dónde estás?», y estaba enamorado de la dama del perrito. Vi a Isadora Duncan, que vestía una túnica antigua y bailaba de manera muy distinta a Heltzer. Seguía repitiéndome al igual que antes que todo aquello eran tonterías, pero no siempre conseguía pasar sin ellas. Iba todavía al instituto cuando le dije a una chica de quien estaba enamorado: «Korolenko afirma que el hombre está hecho para la felicidad, como el pájaro para volar». Me enamoraba con facilidad y sentía un gran anhelo de felicidad, pero consagraba todo mi tiempo y todo mi esfuerzo a otras cosas. Entre nosotros es costumbre emplear el epíteto «monolítico» como elogio, pero un monolito no es más que un bloque de piedra. El hombre es mucho más complejo, incluso cuando sólo tiene dieciséis años…
  Los periódicos desplegaban una energía sombría. Los socialistas revolucionarios estaban entusiasmados con las expropiaciones. Había ejecuciones en la horca. Por la noche, los agentes de la Ojrana destripaban los colchones y trasegaban los ochenta tomos de la enciclopedia Brockhaus y Efron…
   En la misma época Blok escribía: «¡Te reconozco, oh, vida! ¡Te acepto! | ¡Y te saludo con el tañido de mi escudo!».
   Pero yo no conocía a Blok, ignoraba muchas cosas: yo no era más que un pequeño monolito con una gran grieta. Visitaba a la estudiante de instituto Asia Yákovleva, que tenía dos años más que yo y sin duda se desenvolvía mejor en la madeja de los sentimientos humanos."

No hay comentarios: